Y como ya algunos sabrán, ayer venía yo feliz del estadio azul, esperando llegar a mi casa para relajarme, y cuál es mi sorpresa que me preguntan la hora. Pensé por un momento y dije, eso es típico para robar el celular, pero pensé "no creo que sea tan gandalla". Saco mi cel, le digo la hora, y como aún así me sentí incómoda, me cambié de asiento. Cual va siendo mi sorpresa que en cuanto me cambio el tipo sale disparado y se baja del camión. ¡Claro! Al buscar mi celular, éste ya no estaba. Bajo del camión y se suelta un diluvio de esos que por más impermeable y paraguas, llegas empapado a cualesquier lugar.
Me quedé sin celular, por menos de 24 horas y me quería volver loca. No es que hable mucho con él, pero es esa sensación de no tenerlo (como cuando lo olvidas en tu casa y que andas todo el día completamente incomunicad@).
Hoy compré un modelo nuevo y pude conservar mi número. Pero me pongo a pensar que no me imagino mi mundo sin celulares. Bueno sí me lo imagino pero no me gusta. Entonces, por más que el teléfono sea un instrumento, se convierte en parte importante del proceso de comunicación, a nivel empresarial, social y personal.
Bueno esta vez valió la pena...
Les presento mi nuevo cel:
(jajaja sí, sí ya sé.. keep dreaming!!)